Pediculosis y autoestima en niños
Existe un incremento de la ‘pediculosis‘ (infestación por piojos) en nuestra sociedad. Parecía que este problema era de épocas anteriores y que con la llegada de una mejor calidad de vida, mejora en la higiene, hábitos de salud y estética, era un problema de épocas remotas, llevado al olvido.
Aunque nuestra sociedad mejore en muchos aspectos, la pediculosis puede producir rechazo social, debido a que creemos que este problema está relacionado con poca higiene y bajo nivel socio-económico. Estas creencias son erróneas, ya que la pediculosis nada tiene que ver con la higiene de nuestros niños y afecta a todos los niveles socio-económicos.
En nuestro país del 10 al 15% de los niños en edad escolar tiene piojos.
Los niños cuando saben que tienen este problema pueden variar sus conductas, puede bajar su estado de ánimo, producirse una inestabilidad emocional, presentar conductas de agresividad y pueden presentar terrores nocturnos. Si detectamos que existe un cambio de conducta asociado a la presentación de este problema, recomendamos a los padres que lleven a su hijo a una consulta de psicología, a un psicólogo experto en infancia.
Los padres deben hablar con los profesores
Los padres pueden pedir información a los profesores sobre la conducta de sus hijos en la escuela cuando presenten este problema. En ocasiones se presentan conductas de rechazo hacia los niños con esta problemática, y pueden ser objeto de burlas y de exclusión social, incluso puede ser este problema el inicio de una conducta de Bulling hacia el menor.
La pediculosis capilar se cree actualmente un problema escolar y de la infancia al que se enfrentan padres, profesores, monitores de actividades extraescolares, etc, y en el que la observación de las conductas de los menores en el entorno escolar es muy importante.
Si se producen conductas anómalas hacia los menores con pediculosis, los profesores deben manifestar esta información a los padres de inmediato. Y valorar junto a los padres, si el caso necesita apoyo psicológico al menor. A veces los menores con este problema pueden bajar su rendimiento escolar.
El rechazo social y el aislamiento social suben los niveles de ansiedad tanto en niños como en mayores, pudiendo llevar acompañados, problemas psicosomáticos que afectan la salud de los niños como: problemas de sueño, apatía, problemas en la alimentación, bajo estado de ánimo, etc…
Así que recomendamos a los padres y educadores, resolver el problema de piojos lo antes posible y con garantías. Y que observen la conducta de sus hijos, y si ven que ha cambiado por este problema y está causando una alteración en su conducta diaria, acudir a un centro para tratar la pediculosis y a la consulta de un Psicólogo infantil.
Artículo gracias a la colaboración de:
ANA TOSTADO DOMINGO
DIRECTORA CONSULTA DE PSICOLOGIA INTEGRAL PSICO-METTA