Contagio de piojos en piscinas

Contagio de piojos en piscinas. ¿Es posible contagiarse allí?

LLega el verano, el calor y las vacaciones escolares. Y junto a todo esto llegan las ganas de refrescarse en la piscina, que en España, para la mayoría que no tiene la suerte de tener piscina en casa, suelen ser piscinas públicas, municipales en gran mayoría, o piscinas comunitarias, compartidas con otras familias y sus amigos y allegados (¿quién no se ha mosqueado con aquella familia de la finca que además trae a 50 conocidos a la semana?).

Pues bien, junto a estos refrescantes baños en la piscina llega algo indeseado: el contagio de piojos en piscinas.

Y bien, llegados a este punto mucha gente se pregunta, ¿cómo se contagian los niños, y adultos muchas veces, de piojos en una piscina?. Nos están llegando muchos casos de personas contagiadas este verano cuyo único contacto social se realiza en las piscinas.

Los piojos son parásitos muy resistentes que aprovechan la sociabilidad de las personas para propagarse, y las piscinas son algo ideal para ellos, puesto que el contacto, sobre todo entre niños, es bastante estrecho. Entre «que me subo a tus hombros», «juguemos a esto», «sácanos una foto juntas», «vamos a tumbarnos y a charlar en la toalla«, «déjame tus gafas», etc, los piojos encuentran el momento propicio para pasar de un cabeza a otra.

El contacto y los juegos de los niños hacen que los piojos pasen de una cabeza a otra.

Los piojos ni santan ni vuelan

Los piojos no saltan ni vuelan, así que la única forma que pueden pasar es andando. Y pueden hacerlo de una cabeza a otra, o si la persona infestada ha compartido objetos que hayan estado en su cabeza con otra persona.

Pueden ser gorros, gafas de nadar, toallas (¡Siiii, la toalla de la amiga en la que tu hija se ha echado a tomar el sol!), cepillos («me prestas tu cepillo/peine, que me he dejado el mío en casa»), etc.

Algo que debemos tener en cuenta es que los piojos pueden sobrevivir hasta dos horas en el agua. Al contacto con el agua ellos cierran los espiráculos, que son los agujeros por los que respiran, y pueden aguantar sin respirar todo ese tiempo (son unos mostruos increíblemente resistentes). Aunque en esos momentos prefieren agarrarse fuertemente al huesped, a veces se sueltan… y se quedan flotando en el agua hasta que llega otra cabecita a la que cogerse.

Hay personas que pueden servir de vectores y contagian a las de su entorno

Hay personas tan infestadas de piojos que los piojos literalmente prefieren saltar de esa cabeza a buscarse la vida en otra parte. Incluso a ellos les resulta molesta la sobrepoblación. Son seres programados para multiplicarse y expandirse a una velocidad asombrosa y que han desarrollado una resistencia que va más allá que la del anfitrión: pueden soportar temperaturas que a nosotros nos matarían, el nivel de cloro para matarlos en al agua resultaría tóxico para los humanos, pueden sumergirse junto a nosotros y aguantar más que cualquier persona, vamos, en fin, son unos bichejos difíciles de matar.

Como puedes ver, una piscina ocupada por muchas personas es un foco de contagio bastante frecuente.

Contagio de piojos en piscinas: algo frecuente

Contagio de piojos en piscinas: algo frecuente

Nuestro consejo: no te amargues las vacaciones, cómprate una buena liendrera, pásasela a tus hijos cada vez que bajen a la piscina y evita una infestación mayor.

Peinarlos con la liendrera de forma frecuente es la mejor manera de prevenir contagios que luego podrían ser muy difíciles de erradicar.

Hay niños y niñas que se pasan el año entero llenos de piojos porque en su momento no se les quitaron los dos piojos que les contagiaron y que luego se multiplicaron.

Y si pierdes el control de la situación, que no cunda el pánico.

Llámanos y con gusto te ayudaremos a solucionar ese molesto problema.

Cabezittas, Centro Valenciano contra la Pediculosis.

 

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